Spain FF Spain D6: "Rebel Outbreak": partida de rol online

"Creo que había más planetoides grandes por la zona. Puedo hacer EVA y echar un vistazo. ¿Hikari, qué opinas? ¿Los demás?"

Jad intenta responder pero de repente se da cuenta de que no puede hablar. Su mente está completamente en blanco y se ve incapaz de realizar cualquier pensamiento complejo. De hecho no siente ni siquiera miedo.

Ulik le mira extrañado:

"Meggan. A Jad le pasa algo."

Meggan se gira, alarmada, y utiliza la pequeña linterna para ver si obtiene reacción de los enormes ojos del duro. Pensando rápidamente en qué puede estar causando esto, Meggan de repente cae en la cuenta.

"Veneno. Maldita sea. Esas criaturas debían ser draagax."

"¿Draagax? ¿Esa plaga de Relkass?"

"No hay muchos otros mamíferos que produzcan veneno con efectos como estos", repone Meggan con la seguridad que haber sacado 30 en Medicina te da. Bajando la voz le dice a Jad con dulzura: "No es preocupante. Pasará en unas horas. Intenta descansar."

 

"Entendido".
Denith se centra en los mandos y los sensores, buscando un lugar adecuado para aterrizar. Murmura: "Ese de ahí tiene buena pinta...". Mientras se dirige a la explanada de una montaña en uno de los planetoides. Tras aterriza la nave lo más suavemente que puede, llama al resto y se dirigen a informar a Fulcrum.

 

La imagen encapuchada de Fulcrum aparece frente a Denith, Hikari y Meggan.

"Saludos, Equipo Lancer. Comenzábamos a estar preocupados. ¿Ha ido todo como estaba previsto?"

 

Denith se rasca la cabeza y...
" Bueno, pues resulta que..." Hace un resumen de lo ocurrido, con la entrega perfecta del paquete... seguido de una exploración inocente y una retirada estratégica.

 

Fulcrum parece alarmado:

"Me alegro de que estéis todos bien. Si hubiésemos sabido que Fuerte Anaxes estaba infestado, no os habríamos mandado allí. Mandaré un equipo a determinar si el puerto sombra sigue siendo viable."

Hace una pausa y añade:

"Quizás no sea el mejor momento pero... tengo una propuesta que haceros..."


ANTERIORMENTE...


Haldar Dy'rak y sus acompañantes se encuentran en un bullicioso bar de Coruscant, donde han entablado conversación con quien sospechan es el asesino que intentó acabar con el senador de Coruk.

Dicho sospechoso se levantó de la silla para ir al baño... y de eso hace bastante tiempo y aún no ha vuelto.

Ternuk, uno de los dos guardias, dice:

"Creo que no va a volver..."

 

"Hmmm... Es bastante probable. Ternuk, quédate aquí un momento. Embro y yo vamos al baño a ver si averiguamos dónde ha ido"

Hago una señal a Embro y nos dirigimos a la entrada de los baños.

 

Os levantáis y acercáis al fondo del bar y lo primero que veis es que al fondo del pasillo, junto a los baños, hay una puerta trasera que parece dar al callejón tras el bar.

 

Le señalo la puerta a Embro y digo "Vamos."

 

Salís al exterior e inmediatamente la música electrónica es reemplazada por el constante murmullo del tráfico deslizador de Coruscant.

Estáis en un callejón bastante bien iluminado, aunque de manera accidental, por el colorido holograma que anuncia el Bar 79 en lo alto del edificio. El suelo está lleno de basura y lo que parecen ser contenedores vacíos de píldoras letales. Un tooka azulado os gruñe cuando aparecéis y escapa corriendo por lo que parece ser un desagüe en el bordillo que tenéis en frente.

A vuestra izquierda parece acabar en apenas diez metros, en una pared recubierta de rudo graffiti, incluyendo alguno que parece tener bastantes años ("WIL PERYODA ESTUVO AQUÍ", "SAW VIVE LA LUCHA SIGUE", "IO ES KE BOI SIEMPRE DE CARA, ENTIENDES?", "MUERTE A DOOKU", "LAS TWI'LEK LO HACEN MEJOR")

A vuestra derecha tenéis unos voluminosos contenedores y hornos recicladores que ocupan casi la mitad de la anchura del callejón. Al otro lado de los contenedores se ven luces, como si hubiese un vehículo detenido en la boca del callejón.

 

Saco mi comunicador y le digo a Ternuk: "Hemos salido del bar por una puerta trasera. Estamos en un callejón y nos dirigimos a un vehículo. Corto."

En silencio, señalo el vehículo a Embro y comenzamos a andar hacia él.

 

Desde la esquina de los contenedores ves que hay lo que parece ser un deslizador deportivo detenido aparcado paralelo a la boca del callejón. Junto a él, dándoos la espalda y ligeramente agachado para hablar con quien quiera que esté al volante, se encuentra el alienígena al que crees haber reconocido como atacante.

...apenas tienes tiempo de procesar esta información...

...pues el cuerpo del alienígena se desploma como si fuese una marioneta a la que alguien le hubiese cortado los hilos. Tras el segundo en el que el francotirador desaparece de tu línea de visión, ves a la persona que se encuentra al volante del deslizador, con una mano en el volante y la otra sosteniendo la pistola blaster con la que acaba de abatir al alienígena.

Vuestras miradas se cruzan, o al menos te da la impresión de que lo hacen. Quizás simplemente ha sido casualidad y todo lo que él puede ver es mera oscuridad dentro del callejón.

El piloto del deslizador, la persona que acaba de matar al francotirador, es Tolker, el guardaespaldas del senador Trigenillus.

 

Pongo una mano sobre el hombro de Embro y me agacho tras los contenedores (agachándole a él a la vez), esperando haber tenido fortuna y no haber sido detectados.

 

El deslizador deportivo se eleva y se comienza a alejar del Bar 79.

 

HORAS MÁS TARDE...

Casa Cantham, la residencia de los Organa en Coruscant

Bail Organa y Kaius Phermi escuchan atentamente la historia de Haldar, que concluye con sus guardias de seguridad sacándolo de ahí antes de que lleguen los stormtroopers. Aún así a Embro le dio tiempo a cogerle la cartera al alienígena muerto, gracias a la que saben que se trataba de un conocido asesino de los Mundos del Núcleo llamado Okko.

Phermi suspira profundamente.

"Y no sabes si Tolker te reconoció o no. Maldita sea. Así que es Trigenillus quien intentó acabar con nosotros..."

"Trigenillus... o alguien más arriba en el escalafón."

Os giráis cuando Organa dice esto, mirando pensativo al Palacio Imperial que se recorta tras los ventanales.

"¿Pero por qué podría nadie querer acabar con nosotros? Es cierto que somos opositores, pero no somos precisamente un nombre conocido."

El senador Organa se gira de vuelta hacia vosotros.

"Muy cierto. Tenemos que averiguar qué está pasando, pero... si Tolker le ha visto la cara al representante Dy'rak, y si esto va tan arriba como yo creo, posiblemente no pararán hasta quitárselo del medio. Su vida está en juego."

Phermi sacude la cabeza asustado.

"El repre-- Haldar es mi sucesor. No voy a permitir que nadie le ponga en peligro. Si es necesario, lo mandaré de vuelta a Coruk, donde estará mucho más seguro."

Antes de que Haldar pueda responder, Organa repone:

"Senador Phermi, ¿podría dejarnos al representante Dy'rak y a mí a solas unos minutos?"

Phermi parece confundido, pero asiente y sale de la habitación. Organa mira fijamente a Haldar y dice:

"¿Qué opinas de todo esto?"

 

Le devuelvo la mirada al senador Organa. "Vine aquí porque quería mejorar la vida de los habitantes de Coruk y las de los del resto de habitantes de la Galaxia, pero desde que llegué aquí sólo he notado que el poder legislativo está completamente bloqueado. Los últimos sucesos no han hecho sino confirmar mis más temidas sospechas. Es frustrante... " suspiro "Creo sinceramente que mediante la diplomacia y la dialéctica podemos hacer una galaxia mejor, pero también creo que eso no es posible bajo las circunstancias actuales. Por otra parte, mi objetivo sigue siendo el mismo y el hecho de que mi vida corra peligro no lo cambia en absoluto" Mi mirada se vuelve un poco triste y dirijo mis ojos al suelo. "No quiero decepcionar al senador Phermi. Es mi mentor y le debo muchísimo, pero ahora mismo siento que, de alguna manera, no puedo aportar mucho quedándome aquí quieto. Y mucho menos volviendo a Coruk..."

Miro con decisión y esperanza al senador Organa: "¿Es posible que existe alguna alternativa a esto?"

 

Organa se sienta frente a ti y se queda pensativo unos minutos:

"La verdad es que estaba de acuerdo con Phermi. Pienso que lo más seguro es que vuelvas a Coruk..."

Alza las manos en un gesto defensivo antes de que respondas:

"...pero ya veo que no es una situación con la que vayas a estar a gusto."

Organa se levanta, se dirige a un cercano pupitre y tras coger de este dos objetos los deja sobre la mesa. Uno es un emisor holográfico y el otro es el ya conocido cono de silencio, que activa inmediatamente. Tras esto, Organa se vuelve a sentar ante ti.

"Nada de esto debe salir de esta habitación. Ni siquiera el senador Phermi debe saber lo que voy a contarte."

Bail Organa e inclina y junta los pulgares.

"Ese completo bloqueo legislativo del que hablas... hacia el final de las Guerras Clon unos cuantos senadores nos dimos cuenta de que nos dirigíamos a esta situación. Yo mismo, la senadora Mothma de Chandrila, la difunta senadora Amidala de Naboo... y algunos senadores que jamás imaginarías. Juntos comenzamos a poner en marcha una... organización. Poco más que un sistema de inteligencia con el que poder contrarrestar lo que ya entendíamos como el final de la democracia y el albor de la tiranía."

Organa suspira y enciende el comunicador holográfico.

"Quiero que conozcas a alguien."

Una figura encapuchada aparece proyectada ante ti.

"Esta es nombre en código Fulcrum. Es la directora de inteligencia de esta organización que he mencionado. Fulcrum, explícale lo que me acabas de contar."

La figura habla con voz metálica y distorsionada.

"Saludos, representante Dy'rak. De acuerdo con mis fuentes en Coruscant, la Oficina Imperial de Seguridad ordenó anoche el inicio de un seguimiento tanto de su residencia como de sus vehículos personales. Lo más probable es que el Imperio sepa que usted puede relacionar al senador Trigenillus con el ataque sobre la embajada de Coruk."

Organa continúa:

"Fulcrum cree que lo más sensato sigue siendo sacarle de Coruscant lo antes posible. Mi idea es la siguiente: como bien sabe, Alderaan realiza numerosas labores humanitarias a lo largo de la galaxia, a menudo encabezadas por mí o por otro de los miembros de la delegación. No somos muy distintos a la antigua Organización de Ayuda al Refugiado."

"No sería complicado explicar que ha decidido abandonar la Cámara temporalmente para realizar tareas similares en nombre de Coruk. Todos saben que existe cercanía entre los dos planetas, así que Alderaan podría darle el beneplácito y anunciar una colaboración."

"De este modo, usted estaría fuera de Coruscant, pero con una base móvil... y aquí viene la parte más compleja y en la que no sé si estará usted de acuerdo."

Fulcrum toma aliento y continúa:

"Mi organización se encarga de, para hablar sin rodeos, coordinar diversas células insurgentes independientes a lo largo de la galaxia. Opino que una de estas células debería ser su delegación. Con esto ambos quedarían beneficiados. Por un lado usted logra escapar de los ojos del Imperio, pues le aseguro que esa gente sabe muy bien cómo permanecer fuera de su alcance, y puede ayudar a la gente de la galaxia de otro modo. Mi gente nunca hace nada que no considere moralmente correcto, así que le buscaría una célula adecuada. De hecho... tengo una en mente... ¿Usted conoce a Hikari Shiba, verdad?"

El nombre hace que Haldar recuerde inmediatamente lo ocurrido tres años atrás.

Haldar aún era el guardaespaldas y protector personal de Kumari Braenor, el heredero al trono de Coruk. Cuando fuisteis invitados a una importante gala en el palacio de Yribein, Kumari estaba siendo asediado por la prensa de vuestro planeta, que insistía en que mantenía un idilio secreto con la princesa Anetta de Jikurta. Para evitar habladurías, Kumari decidió utilizar los servicios de las Damas Blancas de Bal Moccari, un servicio de acompañantes personales de altísimo standing con una tradición centenaria, y por tanto acudió junto a la joven Dama Kyoko, que tenía su propio guardaespaldas: un antiguo policía llamado Hikari Shiba. Cuando un grupo terrorista atacó la gala, ambos colaborásteis para sacar a vuestros protegidos de la zona de peligro, luchando espalda contra espalda contra las oleadas de atacantes hasta que por fin llegásteis a vuestro vehículo.​

"Shiba forma parte de una de estas células. El Equipo Lancer."

* * *

Fulcrum sigue hablando con Denith y los demás.

"...y se trataría de llevar con vosotros al representante Haldar Dy'rak, al que sospechamos que el Imperio va a intentar matar si permanece en Coruscant durante mucho más tiempo. Entiendo que Shiba y él se conocen con anterioridad. Llevarle en la nave os ayudaría a ampliar vuestro radio de acción y os daría acceso a lugares a los que de otro modo no podríais acceder. He dado de alta una nave diplomática de Coruk llamada Encelada III, cuya identidad vuestra mecánico podrá añadir a vuestro transpondedor sin problemas."

* * *

Haldar sigue escuchando a la misteriosa figura holográfica.

"Si ambas partes están de acuerdo, la Encelada III estará preparada para recogerle lo antes posible. Prepararemos los anuncios oficiales una vez que hayan podido sacarle sano y salvo del planeta."

* * *

"Por tanto, si aceptáis, vuestra primera misión sería recoger al representante de Coruscant. Creo que ya sois familiares con el planeta..."

* * *

"Y por supuesto, si la Encelada III es descubierta en cualquier tipo de acción ilegal, tanto Alderaan como Coruk negarán todo conocimiento, y de hecho tendrán que declararle en fuga."

"¿Qué decide?"

* * *

"¿Qué decidís?"

 

Denith se gira a Hikari: "¿Tú lo conoces, podrá soportar el traqueteo? Por mi parte, ayudar a un buen representante del senado me parece bien, y más manos siempre es mejor."

 

Meggan se cruza de brazos y dice:

"Yo estoy de acuerdo. Tenerle con nosotros nos dará legitimidad."

Denith comprueba lo mucho que ha madurado Meggan ya que no ha preguntado, como de costumbre, si es "mono".

"Por cierto, ¿es mono?"

Casi.

 

Hikari hace memoria unis instantes "Es un buen tipo que creo que encaja perfectamente en Lancer y el tipo de misiones 'especiales que hacemos"

 

Organa mira a Haldar, que parece pensativo, y añade:

"Hablaré con el senador Phermi para conseguirte credenciales consulares. Tendrías el título de embajador, que puede abrirte muchas puertas."

 

Después de escuchar todo tengo un nudo en el estómago. Sin embargo, de alguna manera también me siento liberado. Después de todo este tiempo se me ha presentado una oportunidad en la que veo que puedo marcar la diferencia y no puedo rechazarla.

Dirigiéndome al senador Organa contesto: "Sí, creo que será muy útil"

Finalmente me dirijo a Fulcrum: "Acepto esta oportunidad. Por el bien de todos los ciudadanos de la Galaxia"

Por otra parte pienso en qué les diré al senador Phermi, a mis padres y a Aimi... No quiero que se preocupen por mí, pero tampoco puedo darles ningún detalle.

 

CORTINILLA DE ESTRELLA

Han pasado doce horas.

En el planetoide PM-1167, Jad y Ulik están recuperados y reunidos con el resto de la tripulación en la cabina, escuchando las noticias que Fulcrum les ha traído.

Ulik asiente: "Esto equivale a dar un salto bastante grande respecto al tipo de misiones que podemos realizar. También más riesgo."

* * *

En Coruscant, Haldar está haciendo las maletas y esperando el mensaje de Fulcrum. El senador Phermi se encuentra preocupado a sus espaldas.

"En fin, embajador Dy'rak... Entiendo que no puedas darme detalles, pero... ¿piensas regresar a Coruscant alguna vez? ¿O a Coruk? ¿Podré saber de ti?"

 

Miro al senador Phermi a los ojos, con decisión, pero también tristeza en los ojos. "Efectivamente no puedo dar ningún detalle. No sé cuánto tiempo estaré fuera, pero creo que será un tiempo invertido para bien. Tanto para mi crecimiento personal como para las gentes de la galaxia. Cuando acabe mi tarea quisiera volver al senado... si todavía me crees digno. Espero que , para cuando vuelva, el senado sea un lugar más hospitalario para la gente como nosotros o el senador Organa, y en ese momento podremos hablar largo y tendido de todo esto. De todas maneras y pase lo que pase, quiero agradecerte de todo corazón las enseñanzas que me has dado. Nunca jamás las olvidaré."

 

Phermi suspira y le estrecha la mano a Haldar.

"Buena suerte, embajador. Espero que sus acciones traigan honor al nombre de Coruk."

 

Ya al corriente de todo, me reclino en mi asiento y cierro los ojos exhalando el aire de mis pulmones, antes de volverlos a abrir.
"No puedo creer que vayamos a volver a Coruscant…"

Tras unos segundos más, me dirijo a Meggan.
"¿Está entonces lista la nueva identidad? ¿Causaron daños importantes las criaturas en el cableado exterior?" Hago otra pausa, pensativo. "Puede que en la ciudad esos faros delanteros hagan falta…"