Spain FF Spain D6: "Rebel Outbreak": partida de rol online

Meggan sonríe:

"He estado ocupada mientras estabas durmiendo. La identidad está ya instalada siguiendo el patrón que envió Fulcrum: Encelada III, puerto de origen en Coruk, recién registrada."

Comienza a enumerar con los dedos.

"Ha sido una suerte que el capitán decidiese parar aquí, porque nuestros amigos habían soltado el cable del condensulador del hiperimpulsor; por suerte no he tenido más que reconectarlo."

Sigue enumerando.

"Los faros están fuera de servicio, pero no creo que tengamos mucho tiempo para ir a comprar repuestos ya que parece ser que a nuestro nuevo amigo lo buscan para matarlo."

Y termina de enumerar:

"Oh, y como sobraba tiempo he usado algo de la pintura naranja que teníamos en el armario y he pintado un número tres en el casco. Como dijisteis que la última vez en Coruscant tuvisteis una inspección ocular mientras esperábais en el vector de aterrizaje... pues he pensado que un poco de teatro extra no vendría mal."

 

Suelto una risa corta, casi sin abrir la boca.
"No sé qué haríamos sin ti, de verdad…"

Vuelvo a mirar los controles, y me estiro los nudillos mientras ojeo los asteroides y planetoides que se desplazan a nuestro alrededor.
"Pues cuando digáis podemos salir de aquí… ¿Hay algo que se nos olvide comprobar antes de dirigirnos a Coruscant?"

 

Contesto al senador Phermi: "Muchas gracias. Me esforzaré al máximo para que así sea."

En cuanto tenga un momento quiero programar los siguientes holovideos para que se envíen una vez esté ya con mis nuevos compañeros.

Para mis padres:

"Queridos Padre y Madre. Voy a retirarme un tiempo del puesto de representante para dedicarme a ser embajador de Coruk en diferentes lugares. Llevaré una vida errante, así que será complicado que contactemos, pero no quiero que os preocupéis, dado que estoy trabajando para el bien de Coruk. Quiero que tengáis siempre presente que, pase lo que pase, nunca voy a dejar de trabajar por el bien de Coruk y por el honor de la familia Dy'rak. Espero que no pase demasiado tiempo hasta que pueda hablar con vosotros de nuevo.
Cuidaos mucho"

Para Aimi:

"Querida Aimi. He decidido abandonar un tiempo mis responsabilidades como representante de nuestro planeta. A pesar de eso voy a seguir trabajando por el bien de los habitantes de la galaxia, aunque de otra manera diferente. Con esto quiero que entiendas que en ningún momento he olvidado mis convicciones o mis valores. Sigo teniendo intención de ocupar el puesto de senador de Coruk cuando pueda volver al senado, así que no te preocupes por ello. Durante mis viajes me será difícil contactar contigo así que... Quiero que sepas que siempre he pensado en ti, sigo pensando en ti y seguiré pensando en ti. Pase lo que pase.
Cuídate mucho, por favor."

Mientras grababa los mensajes no he podido evitar pensar que, al unirme a la insurgencia, puede que no vaya a volver a ver a mis seres queridos en mucho tiempo (o quizá nunca más). Al terminar de grabar el segundo mensaje no puedo evitar que una lágrima recorra mi mejilla.

Al terminar, me lavo la cara para refrescarme y centrarme en la tarea que me ocupa.

 

Tras abandonar el cinturón de asteroides que tan malos recuerdos nos traerá a partir de ahora, y finalizar los cálculos de astronavegación, acciono las palancas que activan el hipermotor hacia la capital galáctica.
"A ver si esta vez sí logramos pasar desapercibidos…"

 

La Hyperion, ahora bajo la identidad Encelada III, entra al hiperespacio siguiendo una ruta que no esperábais volver a seguir. Por suerte (o desgracia) pronto podéis sumaros a una ruta principal y el viaje es muy corto, de apenas quince minutos.

La imagen cuando salís del hiperespacio es tan abrumadora como de costumbre. La misma sensación de que tiene que haber algún error de escala, de que algo tiene que estar mal, y el mismo vértigo ante el magnífico planeta. Porque como dice el proverbio de Naboo: "Coruscant: el planeta es una enorme ciudad."



El planeta brilla con la luz de millones de fuentes de iluminación artificial. Hasta donde podéis ver, miles de naves, estaciones espaciales y satélites rodean, se acercan o se alejan del corazón del Imperio. Véis naves inmensas atravesar el horizonte lentamente. También veis naves más pequeñas que la vuestra, de una infinidad de formas y colores. Veis la inmensa flota defensiva que rodea el planeta, naves grises cuneiformes de todos los tamaños que sirven de nodos entre los que constantemente transcurre un devenir de lanzaderas y cientos de cazas TIE. Frente a vosotros se extienden los poderosos escudos que protegen al planeta, que tiemblan levemente en los sensores cada vez que los controladores tienen que abrir una apertura para una nave especialmente grande.

Ulik os recuerda lo que dijo Fulcrum:

"Tenemos que transmitir nuestro código para que sepan que somos una nave consular y después aterrizar en el propio edificio de la embajada de Coruk."

Habéis aparecido junto a la boya hiperespacial JN-4924, uno de los millones de puntos de entrada al planeta. El METOSP muestra un diagrama del planeta y coordenadas marcando los puntos con embotellamientos de tráfico y comienza a emitir inmediatamente un mensaje personalizado para vuestra nave:

"Nave entrante, está usted en la boya hiperespacial JN-4924 de Centro Imperial. Abra comunicaciones de manera inmediata con el Control de Vuelo correspondiente, en la frecuencia JN4924TDT15531. Recuerde que cada dos minutos una nueva nave llega a la boya."

 

Dejo de mirar el sinfín de naves y sintonizo rápidamente la frecuencia indicada, antes de provocar retenciones o que otro transporte colisione con nosotros junto a la boya.
"Control de Vuelo, aquí Encelada III con destino la embajada de Coruk, a la espera de ruta de navegación y listos para transmitir nuestro código."

 

Hay unos segundos de silencio mientras la boya comprueba el código de vuestro transpondedor. El silencio en la cabina se puede cortar con un cuchillo. De repente la voz de un droide de control de vuelo sale de los auriculares:

"Nave consular Encelada III, utilice el Vector de Aproximación de Centro Imperial VACI-566 que le está siendo transmitido a su computador de navegación. Una vez llegue al anillo orbital, entre en contacto con Control de Vuelo de la Embajada de Coruk utilizando la frecuencia CVEC0001RTT90909. El tiempo estimado de llegada actual a órbita es de cuarenta y cinco minutos standard."

Una línea azul aparece en el mapa de Coruscant que ahora ocupa la pantalla de navegación, caracoleando a través del espacio entre las boyas hiperespaciales y la órbita del planeta. La Hyperion se une al convoy y comienza a descender hacia la posición del control orbital a una velocidad desesperadamente lenta siguiendo la espaciovía VACI-566. Delante de vosotros tenéis un yate clase Starwind con la bandera del planeta Sho-Torun por todo el fuselaje; detrás vuestro avanza lentamente un oxidado G9 Rigger que emite la señal de algo llamado "Control de Pestes Orbitales de Ciudad Imperial".

Los cuarenta y cinco minutos se os hacen interminables, pero pronto podéis contactar con la embajada de Coruk en la frecuencia que os han dado. Una voz femenina os da el saludo:

"Bienvenidos de vuelta, Encelada III. La plataforma de aterrizaje superior está despejada. Os envío información de aproximación."

* * *

Junto a la plataforma de aterrizaje superior, el veterano guardia Jere tiene por tercera vez esta conversación con Haldar.

"Le aseguro que mi mano está ya curada, repre-- embajador. ¿No sería más seguro que yo os acompañase?"

 

"No, Jere" contesto "tu sitio está aquí, protegiendo al senador. Te necesita más que nunca." sonrío "Me las podré apañar solo y mis acompañantes son muy competentes. De todas formas agradezco mucho tu preocupación por mí"

 

Jere sonríe a su pesar y de repente dice extrañado:

"No imaginaba que la nave consular fuese así de... primitiva."

A su espalda, Haldar ve que un carguero ligero clase Kazellis, pintado de color verde y naranja y con luces de aproximación parpadeando, acaba de atravesar la capa de nubes y se está acercando a la plataforma de aterrizaje.

* * *

Ulik se dirige hacia la cabina tras haber dejado la torreta.

"No parece que nadie no esté siguiendo ni nada raro esté pasando. Quizás esto vaya a salir bie--"

El pau'ano se queda mirando un segundo a Meggan, que está sentada junto a la consola de escudos navales, y dice:

"¿Meggan? ¿Te... te has maquillado?"

"Claro. Una no puede ir de cualquier manera a una de estas embajadas. Esto no deja de ser Coruscant."

"Y esto no tiene nada que ver con que durante el descenso hayas estado buscando fotos de Dy'rak en la Holonet."

"No digas bobadas. Ya no tengo veinte años."

"Ya."

 

"Al menos causará una impresión mucho mejor que si bajase yo en este estado." Me señalo los parches de bacta sobre las heridas aún acabando de cerrar y las prendas medio raídas.

"Por mi parte pensaba permanecer en la nave para no llamar la atención…"

 

Ulik asiente:

"Haré lo mismo. ¿Por qué no te pones el traje de los domingos y acompañas a Denith e Hikari, Meggan?"

Meggan parece ofenderse un segundo pero se queda pensativa y se levanta:

"Espero que me dé tiempo."

"No tienes remedio."

"Esto es sólo por dar una buena apariencia. Recuerda que la última vez que acabé liada con un tripulante de esta nave, terminé vendida como esclava. Y la vez anterior Vorian prefirió irse con esa white trash que guardaba su blaster en una funda de piel de trandoshano. No sé qué experiencia fue más humillante..."

La Hyperion toma tierra.

 

Voy realizando la secuencia de chequeos y desconexión de sistemas riéndome en silencio. Sin saber si Meggan lo oirá ya pero sabiendo que Ulik sí, me sorprendo a mí mismo diciendo esto en voz alta, y sonriendo:
"Me alegro mucho de estar vivo y con vosotros, ¿sabéis?"

 

Ulik sonríe y te da una palmada en la espalda mientras se dirige de vuelta a la torreta superior, desde donde espera tener mejor vista del encuentro. Meggan asoma la cabeza por la puerta de la cabina, medio vestida con un vestido rosa chicle que compró para la ceremonia de coronación de la baronesa de Pharsys y dice sonriendo:

"Te he oidoooooo."

 

Le sonrío de vuelta.
"Bueno, se debe a ti el que haya podido decirlo, así que… qué menos."

Asiento con la cabeza.
"Tened cuidado ahí fuera."

 

Hikari también se acerca a la cabina al notar ajetreo. Mira detenidamente a Meggan: "Te queda bien". Mira a Ulik y se detiene a mirar los parches de bacta de Jad unos instantes antes de volver a hablar "¿estamos listos? Me da la impresión de que si no nos vamos pronto algo malo va a suceder"

 

Denith sale de su cuarto terminando de arreglarse el cuello de su chaqueta, se ha adecentado lo que ha podido y se ha repeinado un poco. Pregunta en voz alta mientras revisa su datapad con los datos de la nave y los papeles: "¿Listos?"

 

Meggan mira alrededor y pregunta:

"¿Todos listos?"

 

Levanto un arco superciliar.

 

Denith levanta una ceja en respuesta al arco de Jad. Luego baja la rampa de acceso. "Cuando queráis." Denith comienza a bajar de la nave.

 

Hikari sigue a su capitán y levanta la mano hacia Haldar mientras se acercan. Cuándo se detienen ante Haldar y el otro hombre Hikari se inclina ligeramente a modo de saludo "Un placer volver a verte Haldar. Seguimos metiéndonos en lios por lo que parece."

 

El otro hombre, Jere, se inclina también a modo de saludo.

 

Me inclino y saludo a Hikari "Un placer también verle de nuevo Sir Hikari." Me dirijo al resto de los presentes: "Las normas de la buena educación exigen que nos presentemos adecuadamente, pero tengo entendido que vamos con algo de prisa. Será mejor que continuemos esta conversación dentro de la nave."

Me giro y me despido de Jere: "Buena suerte, Jere. Espero que nos volvamos a ver pronto."

 

CORTINILLA DE ESTRELLA

La Hyperion se dirige de vuelta a órbita.

Meggan lleva el equipaje de Haldar a uno de los armarios junto a la cabina y después le conduce hasta la cabina, donde está toda la tripulación.

 

Denith gruñe un poco mientras espera a que estén todos en su sitio, luego se levanta y extiende la mano."Denith Rexnor, capitán y soldado de la Encelada III. Bienvenido a bordo."

 

Sonrío y le doy un firme apretón de manos a Denith "Encantado de conocerle, capitán Rexnor".