Spain FF Spain D6: "Rebel Outbreak": partida de rol online

"Muchas gracias. Comienzo el envío, entonces. Saludad al resto de la tripulación de mi parte."

El holograma desaparece casi a la vez que suena la alarma de salida del hiperespacio. El viaje ha sido rápido y confortable.

* * *

Por lo que habéis averiguado antes de partir, Vardos es un mundo periférico que ha acogido la llegada del Imperio con brazos abiertos, uniéndose a él sin que haya habido ningún derramamiento de sangre. El planeta, el mundo más importante del sistema Jinata, se ha convertido en un bastión imperial y un ejemplo de lo que el Imperio espera de sus nuevos mundos. Un lugar muy curioso para que Kargos haya decidido mudar toda su operación a él...

"<Lanzadera HT93, continúe por su vector de aproximación actual.>"

Pronto llegáis a Kestro, una ciudad portuaria que se ha convertido en la capital de todo el sector Jinata. Las calles rectas y limpias, los edificios planeados al milímetro, el gris imperial que domina toda la ciudad: una población que parece más una base militar imperial, excepto por el carmesí de los árboles shin'yah que adornan el paisaje como si fuesen estallidos de sangre y que son la única conexión que el planeta se ha permitido tener con su pasado pre-imperial.



Los códigos de vuestra nave imperial son aceptados sin ningún problema y pronto aterrizáis en una plataforma del Ministerio de Cultura de Vardos. Relámpagos violáceos surgen de la densa capa de nubes negras que cubre la capital: parece que va a haber tormenta, y no parece que vaya a ser floja.

KW-14 flota hacia un grupo de túnicas negras con una simple insignia imperial (compradas en el rastro por dos créditos) que Bechoi os ha conseguido: aunque no se parecen a ningún uniforme imperial real, su uniformidad hará que cualquier observador imperial normal asuma que se trata de otra nueva agencia o subagencia o subsubagencia de COMPNOR. ¡O al menos esa es la idea!

"Según Meggan, Kargos tiene su guarida en un edificio a unos treinta minutos en deslizador al norte. Tendréis que conseguir un vehículo, o llamaríamos demasiado la atención. Esta ciudad tiene pintas de ser un hervidero de hienas más que dispuestas a denunciar al vecino por la gloria del Imperio..."

Por las cámaras exteriores observáis que los operarios que trabajan en vuestra lanzadera son un rodiano y un abednedo. Recordáis que Vardos es un mundo que se vanagloria de su diversidad y de cómo todas las especies de la galaxia se pueden unir bajo el Imperio, así que Jad no debería tener ningún problema. Quizás sea un síntoma de esperanza de que el Imperio no está completamente corrupto, o quizás, como Bechoi dijo con desprecio, "representación no implica liberación."

 

Me empiezo a poner la túnica mientras respondo a lo dicho por Kiwi.
"Bueno, recordad que ahora mismo no sólo somos parte de esas hienas, sino que estamos contratados por el Imperio para realizar esas denuncias profesionalmente." Me ajusto el cuello del nuevo traje. "Me pregunto si junto a la plataforma habrá servicio de vehículos terrestres o si el personal del Imperio tendrá algunos para uso exclusivo. ¿Cómo era el tema en Coruscant, Haldar? No sé si conviene que uno de nosotros se encargue de tu parte o que vayas tú el primero…"

Tras ello saco el número al que había que llamar para contactar con Kargos, pero dudo, dirigiendo la mirada a mi uniforme.
"Eh… Denith, supongo que no será holollamada, pero de todas formas creo que mejor que contactes tú, que ya trataste con él en Esseles."

 

Denith se encoge de hombros y toma el lugar de Jad. Marca para llamar a Kargos.
"Señor K, ¿me recibe?"

 

Un penetrante chirrido te responde, seguido por lo que parece el sonido de una descarga de datos, y por último la voz de Kargos el slicer:

"Han pasado muchos años. ¿A qué debo el honor?"

 

Después de devolver el saludo y preguntarle qué tal le ha ido en estos años, Denith le explica a Kargos el motivo de su llamada y el encargo a solicitar. "¿crees poder encargarte de ello?"

 

Kargos no deja que Denith termine de explicar el trabajo:

"Hablemos de esto en persona. No hay comunicación que esté perfectamente encriptada. Os espero en mi taller."

 

Denith recibe el mensaje y se lo pasa al resto de compañeros.

 

Miro a Jad y digo "Creo que cuanto menos nos acerquemos a los imperiales de verdad, menor será la probabilidad de que se den cuenta que nosotros no lo somos. Si nos preguntan por qué no usamos un vehículo oficial del Imperio siempre podemos decir que no estamos de servicio y vamos a salir a divertirnos un rato" Me encojo de hombros y digo "Los verdaderos patriotas no desperdician los recursos del Imperio en banalidades. ¿No creéis?"

 

Denith asiente. "Me parece bien."
Con tono burlón: "Alquilamos un aero-taxi para irnos de marcha?"

 

Asiento a mi vez, mirando a Haldar.
"Tú eres el experto en esto… Vamos allá entonces. Pero Denith, yo recomendaría ir con caras serias todo el trayecto y no con mentalidad de marcha desde el principio… Eso sólo cuando nos pregunten."
Sonrío de medio lado, dispuesto a accionar la apertura de la rampa para salir a buscar dicho aero-taxi, cuando me detengo de repente con el ceño fruncido.
"Creo que mejor alquilar vehículo en vez de taxi. Si no, además de dejar registrado nuestro destino o un lugar cercano, tocaría buscar otro para la vuelta. Pero por lo demás estoy de acuerdo…"

Ahora sí, abro la rampa y empiezo a salir, pero algo más preocupado que tras el comentario del capitán.

 

Mirando a Jad y afirmando con la cabeza, digo: "Me refería exactamente a eso". Luego me dirijo al resto del grupo. "Poned vuestra mejor cara de oficial estirado."

Yo mismo procedo a hacerlo.

 

Salís de la lanzadera lambda vestidos con vuestras túnicas y sin que nadie os moleste en dirección a alquilar un vehículo. Nadie os llama la atención.

Pronto estáis a todos a bordo de un SoroSuub deslizador y en dirección a la casa de Kargos, que resulta ser increíblemente céntrica: al final de la avenida podéis ver la Academia de Futuros Oficiales, quizás la joya de Vardos. El droide portero os indica que el apartamento de Kargos se encuentra en el segundo piso: conociéndole, imagináis que el droide debe estar más que controlado por el slicer.

"Pasad."

Kargos, al que ni Hikari ni Haldar conocen, es un humano de unos cuarenta años con barba rubia mal afeitada, vestido con una sencilla camisa negra con dos filas paralelas de botones y pantalones a juego. El pequeño visor con HUD con el que controlaba los flujos de información ha sido reemplazado por un ojo cibernético y dos implantes droide a ambos lados de sus sienes.



Aunque no tan lujoso como su apartamento en Esseles, el "taller" de Kargos aún no se parece al estereotípico oscuro sótano que suelen presentar los holofilms. En una plataforma elevada junto a una proyección holográfica del exterior del apartamento hay una compleja estación de trabajo. Es una casa bien iluminada, limpia excepto por los restos de lo que parece haber sido una reciente comida, y con música ligera de fondo. El viejo droide camarero serie AM de Kargos flota hacia vosotros y pregunta si deseáis algún refrigerio mientras este os guía hacia los sofás, que parecen ser de auténtico cuero no sintético.

"Perdón por el desorden. Hace una hora me he dado cuenta de que llevaba casi dos días sin comer."

 

Denith le hace un gesto al AM para que le traiga algo. "Si esto es desorden, no me puedo imaginar que sería el camarote en mi antigua nave." Sonríe mientras se rasca inconscientemente el brazo cybernético recordando otros tiempos.
Mientras se sienta, Denith continua. " Aquí no nos conocemos todos, (señalando a Hikari y Haldar) nuevos compañeros que son bastante de fiar. ¿Hacemos las presentaciones o pasamos al tema principal?" Mira a Kargos y a Jad de reojo.

 

Kargos os mira esperando a que hagáis una de las dos cosas.

 

Hikari se adelanta y se presenta realizando una reverencia, inclinando bastante el cuerpo en señal de respeto. "Hikari Shiba, es un honor" Al terminar, deja sitio a Haldar mientras le echa un vistazo a la habitación.

 

Kargos responde a la reverencia de Hikari con una breve inclinación de cabeza y una sonrisa brusca y, echándole un vistazo de reojo a Haldar, toma asiento en el sofá, haciéndoos un gesto para que hagáis lo mismo.

"Por favor. Estáis en vuestra casa."

 

"Yo soy Haldar, la última incorporación al equipo. Muchas gracias por atendernos." Acepto la hospitalidad de Kargos y tomo asiento.

 

Kargos asiente y os mira en silencio esperando a que le digáis qué queréis de él.

 

Denith gruñe y comienza a hablar.
" Tenemos que recoger "un paquete" en una reserva forestal y los sensores del Imperio son un problema. El trabajo consistiría en hackear dicha red de sensores Imperial en esa zona; Probablemente funciona con reconocimiento visual y controlada o desde órbita o por guarnición Imperial en el propio planeta. Con interrumpir parcialmente la función de la red durante un tiempo sería suficiente." Se re coloca el hombro. "¿Crees que es posible? Si tienes alguna idea de cómo hacer algo parecido..." Denith comenta a continuación, acordándose de algo: "Contamos también con algunas herramientas extra para el trabajo que nos ha ofrecido un amigo."

 

Kargos asiente:

“A priori parece factible. Dadme más datos. ¿Qué es ese paquete? ¿De qué lugar concreto estamos hablando?”

 

Denith carraspea. " El paquete es una valija de datos; el planeta es Bal Moccari. Recogeremos la valija en la reserva natural del planeta aprovechando que hay un evento, una carrera que atraviesa la reserva en su ruta, para colarnos a recogerla."
Denith mira al resto. " Ese es a grandes rasgos el plan. Tiene más pasos, pero eso corre más a nuestra cuenta."

 

Kargos suelta un largo silbido y se levanta, comenzando a andar por la habitación con las manos cruzadas tras la nuca y mirando al techo pensativo.

“Bal Moccari... Bueno, sería un reto, de eso no hay duda...”

Se gira y mira a Denith:

“Ya sabes que mis tarifas son elevadas. Voy a asumir que no seréis capaz de cubrirlas, así que... ¿qué os parece si hacemos un trato?”

Sin esperar a que respondáis, se sienta de nuevo y se inclina hacia Denith, diciendo con tono de conspiración:

“Mi principal operativa se ha metido en problemas con el Imperio y en estos momentos se encuentra en dependencias judiciales. Estaría dispuesto a trabajar para vosotros gratuitamente si la sacaseis de allí y le ayudaseis a entrar en la ceremonia de inauguración del Clásico de Macrodeslizadores.”

 

Denith sonríe: "Podríamos irnos todos de vuelta Bal..." Mira al resto del grupo mientras continua: "¿Qué más nos puedes decir de tu amiga?, ¿dónde está?"

 

"Y, por curiosidad ¿por qué necesita entrar a la ceremonia de inauguración?" añado.

 

"Bueno, no es mi amiga exactamente. Es mi empleada, desde hace casi diez años. Por mala suerte fue cazada hace tres días mientras intentaba colocar una cámara de vigilancia en casa de un político local para... un asunto. Por suerte es una profesional estupenda y se libró de todas las pruebas, así que la tienen en un calabozo de baja seguridad convencidos de que su única intención era vandalismo. Seguramente la suelten en unas semanas pero... bueno, la vamos a necesitar antes, ¿no? Ella es mi agente sobre el terreno."

Y mirando a Haldar dice con una mueca:

"Para robar, por supuesto. ¿Qué otra razón puede haber?"