Spain FF Spain D6: "Rebel Outbreak": partida de rol online

Me dirijo hacia Meggan, antes de volver a la cabina.
"Creo que le diría a Liz que ha surgido algo y no podremos quedarnos en la granja más de una hora antes de tener que irnos. Es posible que quieran invitarnos de nuevo para celebrar el éxito del trabajo o algo así, y nos va a ser imposible… Estoy pensando incluso en decir que fue ahora al ausentarnos de la cabina cuando surgió lo que quiera que fuese, porque si no habrá que inventarse algo en la próxima hora al mismo efecto. Pero antes…" La miro fijamente. "Necesito saber tu opinión de ella. Das la impresión de sospechar o haber notado algo que nosotros no, o que no confíes en ella por alguna razón, y sería importante saberlo de cara a esto."

 

Meggan abre los ojos sorprendida y se queda callada. Después deja caer los hombros derrotada y dice:

“Jad... Que no salga de esta habitación...”

RESTO DE CONVERSACIÓN EN MENSAJE PRIVADO

 

Tras la conversación regreso con Meggan a la cabina, pensando en si decir a Liz directamente que nos ha surgido algo y tendremos que pasar muy poco tiempo en Zebitrope VIII, o esperar a que hayamos llegado a la granja…

 

Liz está sentada junto a Denith, jugando con él a “los neimoidianos”, un ancestral juego consistente en mostrar un número de dedos y adivinar la suma.

 

"Bueno, pues ya está." Me dirijo hacia mi asiento, y tras sentarme lo giro para mirar de nuevo hacia el resto. "Por cierto, Liz… es posible que tengamos que salir de Zebitrope como mucho una hora después de llegar… ¿Supondría un problema esto?"

 

Liz mira a Jad y dice:

“Hmm, no. Mi hermano insistirá en brindar con una copa de masato, y si le decís que no seguramente se ofenderá, pero le diré que tenéis un compromiso y que tenéis que salir con prisa. No te preocupes: Vin es bastante razonable siempre que no le toque su dinero.”

 

Asiento.
"Debería dar tiempo al brindis, pero sí, nos precupaba que irnos tan rápido se interpretase como una falta de respeto hacia vuestra hospitalidad… Nada más lejos, y de hecho estaremos encantados de volver cuando se requiera."

 

La Hyperion sale poco después del hiperespacio sobre Zebitrope VIII.

 

"Bueno, vamos allá…"
Me giro de nuevo hacia los mandos, y me dirijo por fin a la granja del clan Sabreco.

 

Cuando la Hyperion aterriza en la granja toma tierra junto a otro carguero, un YT-1300 de aspecto cochambroso. Esta vez os reciben Vin y Krysn. Liz se adelanta para decirle algo a su hermano en voz baja, y tras esto Vin se acerca a vosotros con los brazos abiertos y diciendo con una sonrisa:

"¿Qué os dije? ¿Eh?"

Uno de sus matones le alcanza un maletón, que Vin le tira a Denith:

"Aquí lo tenéis. Hemos decidido añadirle un pequeño extra, y redondear hasta 4000 créditos. Mi hermana dice que tenéis prisa, así que no os retengo más. Oh, dentro del maletín hay también una botella del masato de mi colección, para que lo disfrutéis."

Parece que va a irse y dejaros solos, cuando de repente dice:

"Por cierto, el mes próximo posiblemente tengamos algo gordo. Quizás en dos meses, aún quedan cabos por pespuntear. Estamos hablando de varias decenas de miles de créditos para vosotros si todo sale bien. Ya os avisaré. Seguramente nos reuniríamos en nuestro asteroide privado en el Cinturón de Oseon para hablar de detalles."

Os saluda con el brazo, mientras Krysn logra esbozar una sonrisa y Liz os mira también sonriendo.

"Disfrutad ese dinero. Os lo habéis ganado."

 

Asiento a los miembros del Clan.
"Muchas gracias, Vin. Un placer hacer valer la palabra de Doimo." Sonrío de medio lado.

 

Tras coger el maletín, Denith hace una reverencia con la cabeza mientras dice: "Nos aseguraremos de disfrutar del masato! Nos vemos pronto pues!"

 

Minutos después la Hyperion despega. En cuanto habéis terminado la maniobra de despegue, Meggan se gira hacia el resto de la tripulación y os cuenta lo que dijo Fulcrum:

"...y deberíamos estar allí en cuatro horas. ¿Lo ves factible, Jad?"

 

Mientras Meggan cuenta lo de Fulcrum, Denith ha abierto la maleta para "probar" el masato.

 

El maletín tiene el dinero prometido en créditos imperiales y una pequeña botella blanca envuelta en paños.

 

Denith se va a por unos vasos y hace gesto a los demás de si quieren un poco.
"Crees que llegamos? Sería genial estar allí en persona."

 

Respondo sin dejar de mirar los controles de astronavegación.
"Radisan está en Espacio Salvaje, de modo que podríamos estar allí a tiempo… si no encontramos por el camino algún obstáculo fuera de las cartas que nos saque del hiperespacio o algo peor."
Terminados los cálculos, empiezo a accionar las palancas.
"Así que desead que haya suerte…"

Recorto 5 horas de viaje
Astronavegación 7D+3D = (1+3+2+4+6+4+4+6+2+4) = 30

 

CORTINILLA DE ESTRELLA

Tres horas y varios vasos de masato más tarde...

Radisan, un mundo que milenios atrás fue capital del Califato Radisaní, un pequeño imperio local que fue quemado hasta los cimientos durante uno de los interminables conflictos contra los Sith. Un mundo que ya en tiempos de Denith era un astro deshabitado y que el paso inexorable de los siglos ha convertido en una mera nota al pie de las páginas de la historia galáctica.



El planeta está recubierto por apacibles océanos en casi un noventa por ciento de su superficie, pero vuestro destino es una de las alargadas islas selváticas donde en tiempos se alzó la civilización radisaní.

Os cuesta un tiempo encontrar la baliza que han colocado las fuerzas rebeldes, encriptada en la frecuencia habitual de Fulcrum, pero una vez que lo hacéis os dirigís hacia una pequeña isla en la zona templada del planeta. Os cuesta menos localizar las ruinas del palacio real, en cuyo interior parecen haber aterrizado directamente varias naves, en lo que seguramente en tiempos fuese algún tipo de patio.



Meggan se inclina hacia el parabrisas y dice con alegría:

"Hey, esa es la Demente Diana."

En efecto, una de las naves es el carguero coreliano que utilizasteis durante vuestra acción de Rungyet y que pertenecía a la célula de Doi Chac, Katari; Meggan reconoce inmediatamente las marcas de soldadura que ella mismo hizo cuando estuvo optimizando la nave antes de que lanzaseis vuestra ofensiva. Junto a la nave hay aterrizados tres desvencijados Alas-Y, una muy modificada nave de desmbarco C-9979, una nave médica clase Sprint, y la primera nave que habéis visto al aproximaros a las ruinas: una corbeta coreliana CR90.

Jad encuentra un lugar para aterrizar junto a la Demente Diana.

 

Denith comenta: "Si las imágenes de los archivos eran correctas, Radisan no ha cambiado mucho desde entonces... teniendo en cuenta lo obvio. Bueno, voy a por mis cosas." Dicho esto, Denith se va a su camarote a arreglarse un poco. Luego, habré el cajón dónde guardó los parches de la antigua república y el recuerdo de su pequeña. Revisa el estado de los objetos y luego se los guarda en uno de los bolsillos. "Listo. Vamos allá."
Denith se dirige a la rampa de descenso.

 

Me levanto y voy con Denith a la rampa. La emoción de que vayamos a conocer a otros rebeldes me pone un poco tenso.

 

Acompaño al resto hacia la salida, consciente del suculento objetivo que supondría para el Imperio ver a tanto rebelde junto… y decido activar el dispositivo antiabordaje como es ya costumbre. Y cuando bajo la rampa, busco con la mirada a miembros de la célula con la que trabajamos en Rungyet.
"¿Cómo creéis que les habrá ido a Katari en este tiempo? Parecían bastante ocupados cuando contactamos con ellos…"

 

Hikari se ajusta la gabardina y se lleva la mano al cuello, al borde de la quemadura. Últimamente, siente más calor de lo habitual en esa zona... Suspira y responde a Jad: "Esperemos que les haya ido bien."

 

Parece que tendréis respuesta pronto, ya que cuando salís de la nave, os encontráis con alguien que se ha acercado a recibiros: Godinh, el antiguo delincuente de Katari. Ha cambiado su típico look de macarra a pecho descubierto por un simple traje militar con un chaleco de impacto, y de su cinturón cuelgan numerosos objetos de supervivencia. El joven sonríe y os grita mientras se acerca:

"¡Buenas noticias: no sois los últimos!"

 

Sonrío con una pequeña carcajada.
"Más vale, que no hemos cruzado más de media galaxia en tres horas para que ya estuvieseis todos aquí. ¿Qué tal todo?"

 

Godinh comienza a andar con vosotros en dirección al edificio principal:

"Hemos estado atareados, la verdad. Vamos, la comandante está dentro."