Spain FF Spain D6: "Space Riders": partida de rol online

Vorían sonríe y hace un gesto abarcando la azotea entera. "Lo puedes comprobar tú misma. Transporto una carga increíblemente valiosa junto con un duro, un cyborg, una unidad R2 y hemos sido rescatados por un precioso ángel en las profundidades de Coruscant. Y aún me guardo algunas sorpresas más" Guiña un ojo.

 

Jaan se ríe y mira a Vorian divertida. "Gracias."

"Si mi padre estuviese aquí, estarías ya tendido en el suelo. Aún recuerdo cómo persiguió a mi primer novio con la pistola en la mano hasta que..."

Se queda mirándoos un poco preocupada.

"No penséis mal de él, ¿eh? Mi padre es la razón de que yo esté aquí ahora. Era un jinete del espacio, como vosotros. Sé que formó parte de la tripulación de una nave cuando tenía mi edad y que estuvo por el Espacio Hutt. Siempre contaba historias de las aventuras que había vivido de joven con sus amigos y su nave."

Saca de la bolsa en la que ha traído la comida un contenedor de cerveza dresseliana:

"De algún modo conoció a mi madre, una niña bien de la alta sociedad de Alderaan. No sé cómo ni cuándo ocurrió, pero en cualquier caso se enamoraron y me tuvieron a mí. Unos años después se casaron. Mi abuela, la madre de mi madre... bueno, decir que no lo aprobó... es quedarse corto. Así que nos fuimos a vivir a Nueva Cov, un horrible planeta del Anillo Medio donde mi padre encontró un trabajo honrado con el que mantener a su familia. ¿Habéis estado allí alguna vez? Era un sitio donde la gente tenía que vivir dentro de ciudades acorazadas para evitar que la corrosiva biomasa del mundo les aniquilara. No guardo buenos recuerdos de allí, la verdad. Me pegaba todo el día mirando el débil sol del planeta a través de la cúpula de la ciudad de Ilic. ¿De dónde sois vosotros? Supongo que algún lugar mejor..."

 

"Mi planeta natal es Korine, situado en el borde exterior. No hay mucho que destacar de él excepto que siempre hacía mucho viento. Mucho, las ciudades están protegidas por cúpulas para resguardarse de las peligrosas ventiscas que se producen de manera periódica. Aunque hemos sabido sacarle partido a tanto viento. Hay grandes extensiones de terreno cubiertas por generadores eólicos para aprovechar la fuerza del aire y generar energía." Vorian se encoge de hombros. "Quitando eso, no hay nada más. El terreno del planeta es casi todo llanura a excepción de algunas grandes cadenas montañosas. Creo que las principales exportaciones eran muy reducidas mmm.... creo que eran alimentos cultivados y medicinas no estoy muy enterado." De repente se le ilumina la mirada mientras ésta se pierde en el pasado "Pasé casi toda mi infancia atravesando con mi speederbike las llanuras de Korine con mis amigos mientras preparábamos los as...yups" Vorian se calla, parece feliz y triste al recordar su pasado.

 

"¿Llegaron las Guerras Clon hasta tu mundo?"

 

La mirada de Vorian se ensombrece "Sí. Por culpa de ellas me separé de mis padres y me vi obligado a luchar para sobrevivir."

 

"¿Entonces eres huérfano?"

 

"Sí." Vorian apenas puede contener la rabia en su voz "Fueron ejecutado por los imperiales. Acusados de preparar un golpe contra el gobierno. Pero eso ocurrió después de que me separara de ellos. Yo me enteré más tarde de su destino."

 

"Eso es terrible. Lo siento mucho..."

Echa otro trago de cerveza y lanza una lata al regazo de Vorian.

"Yo recuerdo a mi hermana pequeña llorar cuando las fuerzas confederadas asaltaron Ilic, sólo recuerdos vagos de gente gritando que nos estaban bombardeando. Tampoco recuerdo exactamente cómo pasó, pero mi padre nos perdió durante la evacuación del planeta y nosotras tres, mi madre, mi hermana y yo, acabamos en un campo de refugiados confederado en la otra esquina de la galaxia, viviendo en una tienda de campaña comunal y comiendo exclusivamente lo que nos daba la beneficiencia confederada. Estábamos convencidas de que mi padre había muerto. Mi madre logró mantenernos no sólo con vida sino también alegres."

La expresión de Jaan cambia a la de una sonrisa fiera.

"Sólo después descubrí lo que mi padre había estado haciendo desde que nos perdió: básicamente recorrió la galaxia entera buscándonos. Se enfrentó a criminales, a cazadores de recompensas, a hutts, a oficiales confederados... a cualquiera que pudiese saber algo. Incluso cuando descubrió el sector al que la Confederación nos había mandado, se alistó en el Ejército de la República y logró mover algunos hilos para ser destinado allí y poder encontrarnos. ¡Dicen que él solo y un grupo de comandos clon a su cargo lograron cambiar el destino de ese escenario bélico tomando una base confederada en solitario! Mi padre se convirtió en un héroe de las Guerras Clon sólo para encontrar a su familia. Y lo hizo, vaya si lo hizo. Finalmente nos encontró. De eso sí que me acuerdo perfectamente. Mi padre, desembarcando de una barcaza, de pie en la plaza del poblado, con una sonrisa de oreja a oreja y en el cinturón esta pistola que ahora llevo yo. Recuerdo que mi madre salió corriendo a abrazarle, dejando caer el cubo de agua que llevaba en sus manos. Para mí se convirtió en el mayor héroe del universo."

 

Vorian se siente animado al escuchar la historia pero se entristece al encajar las piezas "Tu padre debía ser un hombre increíble. Pero, le pasó algo ¿verdad? "

 

Jaan suspira y se queda en silencio.

"Cuando volvimos a Nueva Cov, la pesadilla parecía haber acabado... No recuerdo exactamente su reacción cuando se alzó el Imperio, aunque imagino que no debió ser muy positiva. Tampoco sé si pasó nada tan terrible como en tu planeta. En ese sentido... tuve mejor suerte que tú."

Mira a Vorian con una empática sonrisa.

"En cualquier caso, mi padre volvió de la guerra convencido de que ambos bandos eran igual de criminales y de que lo mejor era mantenerse al margen. Una noche volvió a casa agitado y nos ordenó que nos vistiésemos y reuniésemos lo imprescindible. Mi madre no dejaba de preguntarle que qué pasaba y mi padre sólo murmuraba "nos vamos de aquí". Antes de que amaneciese ya estábamos en una lanzadera camino de lo desconocido. Las siguientes semanas fueron surrealistas. Mi padre nos llevó a... bueno, a un planeta perdido del Borde Exterior, donde compró una cabaña y comenzó a trabajar de leñador. Un día apareció con identificaciones nuevas para toda la familia y nos hizo repetir nuestros nuevos nombres una y otra vez, hasta que respondíamos a ellos igual que a nuestros nombres reales. Después a mi madre y a mí comenzó a darnos clases de tiro y de autodefensa. Mi madre no soportaba estas clases, pero yo... bueno, digamos que encontré mi auténtica vocación. También aprendí a esconderme y a sobrevivir en lugares inhóspitos, y a manipular sistemas electrónicos. Clases de princesa alderaaniana, vamos. Por mi afición a esconderme en lugares oscuros como un felinx descubrí la razón por la que mi padre nos había sacado de Nueva Cov tan bruscamente..."

Jaan hace una pausa, echa un trago de cerveza. Mira al regazo de Vorian y le hace un gesto para que abra la cerveza, y continúa.

"La noche que nos fuimos mi padre había visto cómo soldados de asalto, de la 501 nada más y nada menos, se llevaban prisionero a un amigo que hizo antes de las guerras. Un Jedi. Mi padre pensó que la única razón de que el Jedi estuviese allí era que le estuviese buscando. Sabiendo que era posible que el Jedi le nombrara mi padre decidió que la única manera de proteger a su familia era desaparecer. Nunca se lo había contado a nadie... pero imagino que vosotros entendéis de qué va esto, ¿no? En fin... Los años en ese mundo fueron tranquilos, dentro de lo que cabe. Me aficioné mucho a la puntería. Mi padre y yo nos ibamos a los bosques que rodeaban nuestra casa y nos pegábamos horas disparando a latas de biomoléculas vacías. Esa manía de esconderme me llevó a donde hoy estoy..."

Parece que duda, como si no estuviese segura de si contaros qué la ha llevado hasta aquí.

 

Vorian abre la lata pero no bebe de ella. No le gustan las bebidas alcohólicas pero no quiere que la chica se desvíe de la conversación "Puedes confiar en nosotros." Hace una pequeña pausa. "Pero si no quieres contarnos más estás en tu derecho."

 

Jaan suspira y sigue adelante.

"Un día, unos meses atrás, escuché cómo mi padre discutía acaloradamente en el porche de la casa con una persona que acababa de llegar con un deslizador. Me acerqué a hurtadillas a ver qué pasaba y descubrí que mi padre estaba discutiendo con mi tía Katherine, una amiga suya de los tiempos en los que aún era un jinete del espacio y que nos hacía visitas de cuando en cuando. Mi tía le estaba ofreciendo un trabajo muy grande, algo que le permitiera retirarse para siempre, poder estar siempre lejos de las manos del Imperio y asegurarse de que su familia no iba a volver a estar amenazada. Lo que le estaba ofreciendo, ni más ni menos..."

Jaan hace una pausa dramática y os lanza una sonrisa salvaje.

"...era robar la cámara acorazada de la sede en Coruscant del Banco del Núcleo."

Se detiene un par de segundos para dejar que entendáis realmente la enormidad de lo que está hablando.

"Una locura, repetía mi padre. Sé cómo hacerlo pero no puedo hacerlo sin tí, decía mi tía. Así que hice lo más estúpido que he hecho en mi vida: salí de mi escondrijo y les dije que me apuntaba. Os podéis imaginar la que se montó: me costó más de una semana de insistir constantemente y de mi tía repetir que si no me incluían en el plan ahora que sabía todo podría irme de la boca. Al final mi padre accedió a regañadientes. No sé qué excusa le daría a mi madre pero los tres, mi padre, mi tía Kat y yo, tomamos una lanzadera en dirección a Centro Imperial. Fue emocionante, la verdad. Me tocó disfrazarme y hacer el papel de secretaria de mi tía Kat. Aunque nunca me dijeron exactamente cual era el plan, sé que intentaron convencer a un alto ejecutivo del banco de que eran inversores, pero no tengo ni idea de los detalles, aunque imagino que serían espectaculares. Mi tía Kat era la mejor planificando cosas así..."

Jaan deja la cerveza, ahora vacía, apoya las manos en las rodillas y junta los pulgares.

"En cualquier caso, la noche del golpe llegó. Mi tía consiguió los códigos necesarios para entrar en la cámara del Banco del Núcleo y mi padre se negó a que nadie que no fuese él se colase en el banco. Sé que tenía que superar varias barreras láser y trampas holográficas antes de llegar al ordenador central y poder obtener varios millones de créditos en bonos y credichips. Mi tía y yo teníamos que estar esperándole en el deslizador en el exterior, pero... bueno, todo salió mal. Las alarmas saltaron e inmensas señales holográficas inundaron todo el distrito. Mi padre saltó dentro del deslizador y apenas llegó a mascullar que todo era una trampa. Y vaya si lo era. Decenas de vehículos de la Guardia de Coruscant aparecieron en escena, como si salieran de debajo de las piedras. Mi padre salió volando mientras mi tía y yo abríamos fuego: no he pasado más miedo en mi vida. Creo que no acerté ni un solo disparo y que no dejé de llorar durante toda la huída. Yo esperaba una aventura como las que mi padre solía contar, y lo que estaba viviendo era una pesadilla. Tardaron poco en derribarnos. No recuerdo nada después del impacto, salvo despertar en una habitación de hospital. Escapé de allí como pude y me escabullí al submundo, donde tía Kat siempre decía que se escondería si algo malo ocurría. Mamá Bonka me salvó. Después descubrí lo que había pasado cuando el deslizador se estrelló: mi padre se rompió la pierna y mi tía... mi tía no sobrevivió al impacto. De alguna manera mi padre logró arrastrarme hasta un vehículo, hacerle un puente y dejarme anónimamente en la puerta de un hospital antes de que la policía del planeta lo atrapase. El héroe siempre preocupado en defender a su familia hasta el fin. Su juicio fue público y bastante celebrado. Quizás lo visteis por las noticias. Fue sentenciado a cadena perpétua de trabajos forzados en las minas de arena de Neelgaimon. Y yo quedé aquí, atrapada en la capital del Imperio, haciendo pequeños trabajos para salir adelante. Fue una amiga que hice en un trabajo, la twi'lek que visteis en el Outlander, la que me consiguió el puesto de bailarina: aunque no era precisamente algo que me hiciese ilusión, ella me explicó que allí se podían conseguir muchos trabajos de mayor nivel que aquí en 1312, quizas lo suficiente como para poder encontrar una manera de salir de aquí y de volver a mi casa. Así es como la gente de Howard se puso en contacto conmigo."

Jaan os mira ahora con una mirada terriblemente dura.

"Pero, ¿sabéis qué? He cambiado de idea. Cuando salga de aquí no voy a volver a casa. Alguien nos vendió. Alguien traicionó a mi padre y causó que él acabara en prisión y mi tía muerta. Así que voy a coger la lista de enemigos de mi padre y descubrir al hijo de gundark que nos vendió. Y entonces..."

 

Vorian cierra los ojos mientras realiza ejercicios de relajación jedi para combatir las distintas emociones que el relato de Jaan ha despertado en él. Siente una gran empatía por esta chica pero finalmente logra calmarse. Abre los ojos y comienza a hablar "Sabes, me recuerdas a mí. Yo también cometí locuras de pequeño, pertenecí a una banda de lo que podríamos llamar moteros llamada Wind Raiders." Vorian mira fijamente a los ojos de Jaan "Sabes, un viejo amigo me dijo una cosa: Debes calmar las emociones y encontrar la paz. Evitar la pasión y buscar la serenidad" Vorian apoya la lata a en el suelo y deja reposar sus manos sobre las rodillas. "También me dijo que la venganza sólo lleva a un dolor mayor. A mí me cuesta aceptar aún estas palabras, pero me esfuerzo por evitar pensar en la venganza porque creo que es lo correcto." Vorian cierra el puño y lo aprieta con un poco de rabia "Aún así, perdonar no es fácil." Vorían le sonríe "Te he comunicado las palabras de mi sabio amigo por si pueden ayudarte."

Vorian se levanta para dar más énfasis a sus palabras." De todas formas, si algún día quieres salir de éste planeta y buscar aventuras, avísame. Podría intentar convencer a mis compañeros para te unieras a nosotros, los... ¡Space Riders!" Le guiña un ojo y mira a sus compañeros expectante "¿Os gusta el nombre? Mi instinto, y recordar el pasado ha hecho que piense en ese nombre."

Ahora que lo menciona. Se ve claramente que en la chaqueta que lleva Vorian está escrito el nombre de Wind Raiders.

 

Miro a Vorian con una media sonrisa.
"Je… Podría valer."

Durante los relatos de Jaan y Vorian he estado escuchando con la mirada algo perdida mientras bebía, recordando momentos vividos que sus historias me han traído a la cabeza.
"¿Sabes, Jaan? Lo que cuentas de tu padre me recuerda a mi tío abuelo. Siempre estaba contando historias de sus aventuras y eso fue en parte lo que me hizo convertirme en piloto y contrabandista. No sé si habrán coincidido alguna vez, ya que él estuvo vagando por la galaxia antes de la guerra, pero puede que hubiese llegado a conocer a mi tía, una gran contrabandista ya entonces y que aún sigue en activo. Le tendré que preguntar…"

Bajo la mirada, con una punzada de dolor en la expresión.
"Y en cuanto a la guerra misma, veo que nos afectó a todos… En una ofensiva confederada, Grievous prácticamente arrasó Duro y varias de las estaciones orbitales, incluido el astillero donde trabajaba mi familia. Y lo peor de todo, es que sólo me enteré cuando su propaganda anunció la 'gloriosa conquista' del planeta… cuando yo aún servía en la armada de la Confederación. Imaginad lo que pude sentir en aquel momento."

 

"Tuvo que ser duro... er, perdona por el juego de palabras. No ha sido a proposito. La verdad es que yo de las guerras me enteré muy poco, gracias a mi madre. ¿Así que confederado? Todo lo que recuerdo de la confederación, aparte de los droides que vigilaban el campo, es lo que me contaba mi padre. No... hablaba muy bien de vosotros, la verdad..."

 

"Lo sé… Al principio parecía que iba a ser una alternativa viable a la corrupción de la República, cada vez más totalitaria bajo Palpatine (y a la que ahora llamamos Imperio…). Empecé participando en convoyes de suministros por mi experiencia como contrabandista y luego en posiciones defensivas en la flota… Pero cuando me asignaron al frente y en papeles más ofensivos todo cambió. El idealismo inicial se resquebrajó, el expresar mi desacuerdo con las operaciones más cruentas hizo que me reasignaran apartándome de las zonas de combate del Núcleo (puede que a propósito si tenían ya a Duro como objetivo), y el brutal ataque contra mi planeta natal fue la gota que colmó el vaso. Acabé desertando, pasando a ser alguien buscado no por uno sino los dos bandos de la guerra, desaparecí cambiando de identidad, y me llamo Jad Luk desde entonces…"

 

Jaan suelta una carcajada al oir eso.

"Vaya. Ya somos dos. El IDChip que llevo encima dice que me llamo Jaan Malonna pero... bueno, ese no fue el nombre con el que nací."

Su carcajada se convierte en sonrisa.

"¿Tú bebes o sois todos sobrios?"

 

Le doy un toque con el dedo a la parte superior de mi lata, tumbándola al encontrarse ya vacía.
"He estado bebiendo mientras escuchaba vuestras historias, y decidiendo si contar la mía… Mi pasado confederado no era conocido por ellos dos." Señalo a Vorian y Denith.

 

Jaan se levanta y se estira, levantando las manos por encima de la cabeza. Comienza a hacer algo de frío.

"Bueno, todos tenemos un pasado. Aquí abajo a nadie le importa. Eso es algo que he descubierto en estos meses. Comienzo a sospechar que es lo que tanto le atraía a mi padre de este mundillo..."

Os mira fijamente, como si estuviese dudando si decir lo que está pensando o no, y al final se lanza:

"La oferta de Vorian... la verdad es que no tengo demasiado dinero, pero si esto sale bien debería acabar con unos cuantos miles de créditos a mi nombre. ¿Me sacaríais de aquí?"

 

La miro con una sonrisa.
"Si es que conseguimos salir nosotros… no debería ser un problema." La sonrisa se amplía. "Además tus habilidades podrían resultar útiles si quieres pasar un tiempo como parte de la tripulación…"

 

Vorian asiente ante la afirmación de Jad "No nos habías contado tu pasado como confederado pero tu chaqueta de confederado me dio algunas pistas." Sonrisa pícara y guiño de ojo.

 

"Sí… aunque supuse que preguntaríais algo al verla. Algún día os tendré que enseñar la condecoración al valor…"

 

Denith carraspea un momento, después de escuchar las historios de los tres pequeños y comenta:
"Em, ¿alguna lata más para el herido?"
Dice mientras agita suavemente su lata de bebida ya vacía hace tiempo. Mientras espera respuesta, también comenta:
" En estos momentos ya no es importante el pasado (Mira a Jad), ni el presente ( Mira a Jaan y a Vorian) ... sino el futuro próximo (Mira su lata vacía con lástima). Tenemos que terminar nuestro negocio y conseguir salir de este planeta Imperial cuanto antes. Acordaros de que alguién se ha chivado también en esta ocasión... y no por bajar aquí vamos a estar seguros."
Denith se incorpora y hace chirriar su brazo metálico.
" Después de salir de aquí, siempre podemos hacer una visita familliar a quién haga falta..."

 

"¿Y tú, cyborg? ¿No tienes historia? ¿Familia?"

 

Miro a Denith algo preocupado ante el dolor que podría causar esa inocente pregunta de Jaan…