Spain FF Spain D6: "Rebel Outbreak": partida de rol online

Miro al suelo, y suspiro.
"Me lo estaba temiendo…"

Mientras recojo mi equipo, vuelvo a dirigirme a la célula local.
"Entonces… ¿hay que ir saliendo ya, o todavía no?"

 

CORTINILLA DE ESTRELLA

Tras media hora de marcha llegáis por fin a vuestro destino. Habéis estado subiendo por las escarpadas laderas de una de las montañas que forman las cordilleras que recorren el planeta como venas y en cuyos valles crecen las ciudades descontroladamente. La vegetación es escasa, pero aún así os sentís extrañamente aliviados de alejaros de la megalópolis. Es Nicola, que camina unos pasos al frente como ojeadora, la que os avisa, pero el ruido lo lleváis escuchando desde hace rato:

"Hemos llegado."

El ruido era, como imaginábais, una catarata alta y de unos cincuenta metros de anchura que se precipita sobre una plácido lago antes de discurrir de nuevo río abajo, posiblemente para unirse con el río del que venís. Ni Fhong se cala la gorra y dice:

"La base está tras la cascada. Vais a conocer al último miembro de la célula. Espero que hagáis buenas migas..."

 

Asiento.
"Yo también lo espero… ¿Es también de Doi Chac?"

 

Denith pregunta:
"¿Tiene alguna peculiaridad especial que debamos saber?"

 

"Es nuestro hacker y experto en comunicaciones. Tiene la misma personalidad excéntrica de toda la gente que se dedica a ese tipo de cosas. Pero es buen tipo y de confianza."

Se gira a Jad.

"Y no. Vino con las fuerzas de ocupación imperiales. Trabajaba en el centro de información de la luna. Ya sabéis. Los oídos omnipresentes de COMPNOR."

 

Le miro algo sorprendido, y asiento.
"Os resultará alguien increíblemente útil, sin duda…"

 

Ni Fhong sonríe y da la señal para que comencéis a acercaros a la cascada.

"Muchísimo. Lleva dos días standard analizando la información que consiguió el grupo de Nicola. Espero que haya encontrado algo de utilidad."

* * *

Tras atravesar la cascada a la carrera, os encontráis en el interior de lo que parece ser un inmenso hangar, una cueva natural reforzada con duracreto en varios puntos. En la pared hay diversos anclajes posiblemente destinados a un sistema de andamiaje, pero ahora el hangar es una inmensa caverna sin ningún adorno excepto lo que parece ser una posición de artillero blaster apuntando al exterior que tiene pintas de haber sido montada recientemente. Sólo hay dos vehículos en una esquina del hangar, lo que parece ser una antigua barcaza LAAT/i de la República Galáctica y un ajado carguero YT-1150, prácticamente un bloque de metal con patas. En la pared del fondo, cerca de las naves, hay una puerta romboide con algo escrito en el alfabeto local.

Godinh hace una exagerada reverencia y dice:

"Bienvenidos al Palacio Imperial."

 

Agradeciendo el pequeño remojo tras oler a basura desde hace tanto rato, admiro el nuevo entorno.
"¡Bonita base! Me gustaría que no fuese necesario abandonarla, pero no sé si tras lo que que queremos hacer se podrá seguir aquí…"

Tras fijarme algo más detenidamente en los vehículos, pregunto:
"¿Cuál es el estado de los vehículos? ¿Funcionan bien tras todos estos años?"
Miro a Meggan de soslayo.

 

Zurras, el soldado rungyeti, deja caer su mochila en el suelo, gruñe y dice:

"La cañonera es nuestro modo habitual de desplazamiento y el carguero era la nave de uno de los compañeros que murieron durante la represalia imperial. Ambos están operativos y con el mantenimiento al día."

 

Me doy cuenta de haber metido un poco la pata.
"Vaya, lo siento muchísimo. Lo decía porque Meggan es una experta mecánica, y si hiciera falta algo…"

 

"No es un mal sitio para tener una base secreta, ¿lo habéis montado vosotros?"
Denith no pregunta a nadie en particular mientras curiosea la zona.

 

Zurras gruñe de nuevo y se aleja del grupo en dirección a la puerta del fondo. Ni Fhong le mira algo preocupado pero se gira hacia Denith y dice:

"No, esto se escapa a nuestras capacidades. Aparentemente la cueva fue acondicionada para ser una base secreta de cazas durante la Guerra Civil Rungyeti, pero el conflicto acabó antes de que entrara en servicio. La comandante Kuyen es la única persona que sabía de su existencia, pero por si acaso Lerbus se encargó de borrar cualquier rastro posible en el sistema. Oh, Lerbus es nuestro hacker, al que conoceréis en un rato. No es nuestra única base, pero es sin duda la más impresionante."

 

Hikari habla, tras haber estado un rato en silencio: "La información es importante en cualquier operación. Vayamos a conocer a a ese hacker ex-imperial, puede que el éxito de nuestra misión dependa de él".

 

Ni Fhong asiente:

"Voy a llamarle. Esperad aquí."

El médico se dirige junto a Zurras y ambos entran por la puerta del fondo. Nicola os sonríe y dice:

"Imagino que tendréis hambre y sueño. Lleváis más de veinticuatro horas en pie, ¿no es así? Os prepararé una habitación."

Nicola parte con su droide siguiéndole. Godinh le da una palmada amistosa a Denith en la espalda y se dirige a la posición de artillero láser.

Por fin estáis solos.

 

Hikari carga el peso de su cuerpo en su pierna derecha y cruza los brazos: "Qué opináis de todo esto. Me ha dado la impresión de que la gente lo está pasando mal."

 

Asiento.
"Sí… Sería bueno que si acabamos con el motivo que lleva a la ocupación imperial se retirasen de este sistema… pero no estoy seguro de cuántas represalias tomarían contra la población civil antes, la verdad. Ni si podríamos minimizarlo de alguna forma."

 

"Por lo visto hasta ahora, es bastante seguro que lo hagan. Aún así, no podemos apiadarnos de ellos porque nos desviarán de lo más importante ahora: eliminar ese cristal. Ya pensaremos en los civiles de éste planeta más tarde."

 

Meggan suspira y mira a su alrededor:

"Me recuerda tanto a lo que hicieron los sacerdotes en Kombilis..."

Se toca los tatuajes de su cara inconscientemente con un nudillo y tuerce el gesto.

 

"Y hablando de consecuencias para los civiles…"
Miro alrededor antes de continuar.
"Hay una cosa que me preocupa. Hablando con Unodé por el camino me contó que él y Nicola vienen de las fuerzas partisanas de Saw Gerrera, un grupo de luchadores de Onderon cuyas tácticas son bastante… extremas, a veces." Dirijo la mirada al suelo. "No sé cómo de extendida estará esa forma de hacer las cosas en esta insurgencia, pero… ya sabéis que la última vez que me uní a un movimiento que luchaba por un supuesto idealismo y contra una élite corrupta se acabaron cometiendo atrocidades." Vuelvo a mirarles a la cara. "No me sentiría cómodo repitiendo la experiencia, la verdad."

 

Hikari mira a Jad: "No sé de qué clase de atrocidades estás pensando. Estoy de acuerdo en minimizar el número de vidas perdidas pero, " Alza la mano y se toca el cuello "eso implica que unos pocos han de ser sacrificados para que otros puedan salvarse."

 

Meggan dice:

"Nicola no parece mala gente pero, en fin, es una francotiradora, después de todo."

 

"En principio estos temores podrían ser infundados y luego no dar lugar a cosas de ese tipo, pero bueno, os pongo sobre aviso."
Miro a Hikari.
"Un ejemplo de atrocidad o similar podría ser algo como volar un cuartel de la policía sin importar que haya civiles y gente dentro, cosas así…" Me dirijo a todos. "En nuestro caso, como la operación minera está en Rungyet, en principio el propio Imperio mantiene a civiles alejados… Pero si por ejemplo están usando esclavos y prisioneros para la minería y éstos están rodeando el objetivo, habrá que pensar si queremos acabar con el cristal caiga quien caiga o…" Dejo esas palabras en el aire, con mirada de preocupación.

 

Hikari muestra una mueca: "Entonces, ¿los imperiales no importan?¿Sólo deberíamos tener cuidado si usan esclavos o prisioneros? En ese caso, ¿preferirías salvar a 10 esclavos y matar tranquilamente a 100 soldados imperiales?"

 

Levanto un arco superciliar.
"Yo no he dicho eso, pero es de suponer que si no disparas a soldados imperiales que te vean, serán ellos quienes te disparen a ti. Algo que no pasaría con civiles que estén en la zona contra su voluntad… y además, de haberlos, lo más probable es que la proporción de estos últimos sea mayor que la de soldados armados, y no al revés."

 

Niega la cabeza: "Aún no has respondido a la pregunta, 10 esclavos o 100 imperiales ¿A quién salvas y a quién sacrificas?"