Spain FF Spain D6: "Space Riders": partida de rol online

Vorian muestra las palmas de sus manos mientras sugiere"¿No habría alguna forma de resolver este asunto sin tener que pasar por todo el engorro del papeleo y el viaje a la celda? Estamos abiertos a cualquier sugerencia. Nos gustaría revisar cuanto antes nuestra nave, para evitar problemas mayores, señor. "

 

El oficial arruga el gesto y le dice a los stormtroopers:

"Está bien, os voy a dar una última oportunidad de probar que no estáis incumpliendo la ley. Voy a revisar de nuevo la documentación con el grumete. Vigilad que esta gente no haga tonterías."

El oficial lleva a Vorian a la cabina de la nave y dice con el mismo gesto serio:

"Puedo fechar como del mes pasado una Dispendia Temporal del Servicio de Exploración para que parezca que tenéis derecho a recibir servicios técnicos en cualquier puerto imperial no clasificado y que por tanto os habíais dirigido a este planeta, pero no is va a salir barato. Teniendo en cuenta que estáis en una de las zonas más seguras de la galaxia, me juego una ejecución si se descubre que os dejado ir de manera irregular, así que la broma os va a salir por veinte mil créditos por mi seguridad. Aún así, tendré que cobraros cinco mil créditos de multa y expulsaros al Mundo del Núcleo más cercano..."

 

Vorian sonríe y asiente: "Así que 20.000 créditos por su seguridad, ¿eh oficial?" Niega con la cabeza aún sonriendo. De repente, deja de hacer ambas cosas y se pone serio "Al emperador no le gustará escuchar mi informe, señor oficial." Se cuadra y mira por encima al imperial "Soy Kyle Tarn, del servicio secreto imperial y he venido a inspeccionar la calidad del bloqueo y la seguridad de ésta "supuesta" región de exclusión" Suspira "Me siento un poco decepcionado, la verdad."

Gasto Pip

 

Vorian ve al oficial palidecer y dar un pequeño paso atrás, y siente la esperanza inundarle durante un breve, breve segundo. Pues el oficial pronto se recompone, se ajusta el cuello de la camisa y carraspea. Vorian siente que ha estado muy, muy, muy cerca de que su desesperada estratagema funcionase. Pero no ha sido así: la mueca vuelve de nuevo a la cara del oficial, esta vez con una mezcla de superioridad y desprecio:

"Claro. E imagino, señor Tarn... que por supuesto no tendrá ninguna identi--"

Las puertas de la cabina se abren con un siseo, haciendo que ambos peguen un ligero respingo, y uno de los stormtroopers entran a la carrera.

"<¡Señor, el capitán ha ordenado que se interrumpa el registro y que nos preparemos para abordaje! ¡Esta nave ha de ser llevada al hangar ventral y la tripulación conducida a su presencia!>

Vorian apenas tiene un segundo de preguntarse extrañado "¿capitán?", pues una inmensa sombra triangular, que hasta hace ese momento parecía parte de la silueta de una luna recortada contra el sol, comienza a moverse lentamente. El resto de la tripulación también ve, con algún nudo en la garganta, al inmenso destructor estelar dirigiéndose a su encuentro, y Jad se pregunta qué hubiese pasado si hubiesen abierto fuego contra la pequeña patrullera: debería haberlo imaginado. Era improbable que un mundo dentro de la Zona de Exclusión no estuviese mejor protegido. Denith, por su parte, ha vivido este tipo de situaciones muchas veces, aunque fuera en naves muy distintas: casi puede imaginarse a la tripulación del hangar corriendo hacia las posiciones de los rayos tractores.

En la cabina, el oficial parece enfurecido y luchando por evitar que se note. De repente una duda hace que su corazón se encoja:

"¿Ha... ha podido obtener el Alabardero acceso a las cámaras de seguridad de esta nave?"

El stormtrooper duda un segundo y responde extrañado:

"<Esta nave no parece tener tal sistema, señor>"

Un poco más relajado aunque todavía extrañado por la situación, el oficial se gira a Vorian y sonríe ampliamente:

"Bueno, señor Tarn, tendrá la oportunidad de explicarle su increíble historia a la Marina Imperial..."

 

Vorian sonríe enseñando los dientes: "Esa era mi intención... He sido yo el que les he llamado." Realiza un ligero saludo militar y se gira con intención de marcharse a esperar el abordaje.

 

El oficial masculla algo entre dientes y empuja a Vorian hacia la cabina...

FUNDIDO DE ESTRELLA

...y unos minutos después, tras el abordaje y tras serles retiradas todas las armas, los tres propietarios de la Hyperion son conducidos a la sala de observación del Alabardero, donde sólo esperan dos personas.

Una de ellas es el capitán del destructor, un hombre pelirrojo con dos impresionantes patillas que sobresalen bajo la gorra de capitán. La otra persona parece ser su comandante, una mujer joven de pelo castaño que sonríe ante la situación. El capitán ha estado mirando al planeta hasta que seis stormtroopers os han conducido a la cabina. Para vuestra sorpresa, el capitán ha ordenado que los stormtroopers abandonen la sala, diciendo que el sistema de seguridad remoto será más que suficiente, y ahora se gira y os dice con voz firme:

"Me gustaría que alguien me explicase qué hacen ustedes en mi sistema."

 

Vorian suspira y comienza a hablar con voz desanimada "Nuestro destino era Grifusjal, fuera de la zona de exclusión. Somos comerciantes, sólo queríamos explorar una nueva posible ruta de comercio... No tenemos ninguna razón para entrar en una zona restringida. " Señala hacia atrás, a la posible dirección dónde se encuentra su nave "Pensamos que ha ocurrido algún tipo de fallo mecánico en nuestra nave, señor. Pero el otro oficial no nos ha querido escuchar " Mira al capitán del destructor expectante.

 

El capitán asiente lentamente:

"Les voy a explicar la situación: se encuentran ustedes en la Zona de Exclusión del Núcleo Profundo. En el planeta que ahora orbitamos ha ocurrido algo que al Emperador no le ha hecho ninguna gracia: un levantamiento armado, en el centro de una de las zonas más protegidas de la galaxia. Como ustedes entenderán, lo primero que asumo es que una nave sin los permisos apropiados que entre en el sistema está transportando armas o suministros para este levantamiento. Y mi primer instinto es, independientemente de que ustedes hayan realmente llegado aquí debido a un fallo mecánico, desmontar su nave en fragmentos no más grandes de dos centímetros para asegurar que no llevan nada que contradiga las leyes imperiales. No quiero hacer enfadar a Su Majestad, como ustedes comprenderán, y no quiero correr ningún riesgo..."

Su mirada se endurece y cruza las manos tras la espalda:

"Esto no es el Anillo Exterior, caballeros. No estamos hablando de pasar estraperlo a un planeta agrícola con cien colonos que fundaron durante las Guerras Clon un asentamiento donde poder practicar la endogamia con tranquilidad. Esta es la zona más restringida de toda la galaxia. Les voy a ser sinceros: hay muy pocas posibilidades de que salgan de aquí en dirección a cualquier sitio que no sea una cámara de ejecución..."

La comandante sonríe de nuevo y el capitán espera vuestra reacción.

 

Mantengo la mirada del capitán mientras respondo:
"¿Y cuáles serían esas posibilidades? Para algo nos habrá traído hasta aquí, supongo…" Termino la frase mirando brevemente a la comandante que tanto sonríe.

 

El capitán clava una mirada dura en Jad durante un tiempo que parece eterno, aunque en realidad seguramente hayan sido unos cinco segundos, y dice lentamente:

"La comandante Leverkaun me ha estado hablando del historial de su nave. Les coloca a ustedes en Coruscant durante la catástrofe del skyhook de Howard y en Metellos hace unos días, durante el intento de asesinato del Gran Visir." Sonríe lentamente. "Entiendo que las posibilidades de que ustedes tengan algo que ver con cualquiera de estos casos son... minúsculas... pero quiero que entiendan que no me resultaría nada difícil hacerles la vida muy difícil."

Su mirada se clava en el techo, pensativa:

"Me pongo en su situación y... bueno, imaginemos que realmente están transportando mercancía ilegal a mi sistema. Sé que ustedes han llegado aquí por un error durante su astrogración, por supuesto, pero síganme el juego. Llevan ustedes relativamente poco tiempo en el negocio. No me parecen el tipo de profesional al que se le encargaría entrar en la ZIENP. Por lo tanto, tendría que asumir que ustedes realmente no sabían dónde se metían..."

Clava la mirada en Jad:

"Si esto fuera así, ustedes habrían estado a punto de realizar un terrible acto criminal basándose en información defectuosa. ¿No sería así?"

 

Me quedo pensativo un momento.
"Sí… supongo que si trajésemos mercancía ilegal a este sistema la información en la que nos habríamos basado habría tenido que ser bastante defectuosa, porque nadie en su sano juicio aceptaría una misión así…"

 

El capitán asiente:

"Por supuesto. Me imaginaba que estarían de acuerdo conmigo. Y nadie merece pagar un precio tan alto simplemente porque no tenía la información que necesitaba."

Tras suspirar de nuevo, dice:

"La gente de Aduanas Imperiales no sería capaz de encontrar un humano en Coruscant. La Marina Imperial es, o quiero creer que es, bastante más disciplinada. ¿Recuerdan lo que les he dicho sobre desmontar su nave centímetro a centímetro? Es lo que vamos a hacer. Si no encontramos nada, se les reembolsará y les expediré una disculpa formal. Si encontramos algo... bueno, ya les he dicho lo difícil que es su caso."

Cruza los brazos.

"La otra opción sería que me entregasen el contrabando y yo lo hiciese desaparecer discretamente y esto se quedase en un simple malentendido. Aunque claro, para eso tendrían primero que llevar contrabando..."

 

Levanto un arco superciliar antes de responder…
"Si llevásemos contrabando, supongo que esa sería una opción aceptable… Sin embargo, si ustedes cuentan con la tecnología para abrir cajas sin romper holosellos, yo consideraría mucho más útil sustituir o modificar el contenido con algún tipo de trampa, y dejarnos hacer la entrega como si nada hubiera pasado. Así el levantamiento no sólo perdería la entrega sino el dinero que iban a pagar por ella, además del daño que les causaría la tecnología que ustedes introdujeran." Enumero con los dedos. "Modificar las células de energía para que el arma explote al ser usada, introducir localizadores para que tengan fácil localizar a sus tropas… No sé, es todo hipotético, pero le vería más utilidad."

 

El capitán agita el dedo:

"Por supuesto, eso sería una buena manera de hacerle daño al levantamiento, pero es poco probable que pudiese hacer algo así sin que gente de fuera de esta habitación se enterase. Y en ese caso, me temo que la cámara de ejecución seguiría siendo su destino más probable..."

El capitán sonríe como su comandante:

"A no ser que realmente estén dispuestos a hacer tal sacrificio por el Imperio, por supuesto..."

 

Le miro extrañado.
"¿Por qué no tendría que enterarse gente de fuera de esta habitación? ¿No sería una estratagema digna de ser reconocida? A no ser que tuviese planeado algún destino especial para el hipotético contrabando, claro. En ese caso su opción sería más sensata."

 

El capitán suspira y mira a Jad con lo que parece ser un poco de decepción:

"Porque no puedo sacar ni cargas explosivas ni rastreadores ni cualquier otra cosa de la nada, señor Viridux..."

 

"Bueno… si el contrabando fuesen armas de algún tipo, podrían manipularse para que fallen…"
Digo las últimas palabras algo distraído, mientras me fijo de nuevo en la cara del capitán por si sus facciones me sonasen de algo, debido a la sospecha que acaba de aparecer en mi mente…

 

Vorian se introduce en la conversación "Disculpele señor, tiene la imaginación demasiado fértil. Estábamos escuchando una bonita teoría sobre desapariciones discretas..."

 

El capitán sonríe de nuevo:

"Les dejaré un minuto a solas. Si acceden a mi propuesta, mandaré a dos de mis oficiales de confianza a comprobar el estado de la nave. Entrarán con repuestos, saldrán con la mercancía que va a ir directamente al incinerador. No se demoren. Hay más destructores y más capitanes en este sistema..."

Ambos oficiales se dirigen a la puerta y os dejan solos.

 

Vorian se gira para encarar a sus compañeros: "A no ser que demos rienda suelta a la mano de Denith, sugiero aceptar su oferta."

 

Me rasco la cabeza.
"Sí… creo que con mi insistencia ha dado la impresión de que mi lealtad al Imperio sea mayor que la suya…"

 

Vorian se rie: "Tranquilo, en situaciones desesperadas se nos ocurren demasiadas ideas y soltamos palabras a la desesperada..." Vorian le da un toquecito en el brazo. "Aunque creo que a Denith y a mi no nos hubiera hecho mucha gracia llevar a cabo ese plan en concreto"

 

Miro a Vorian.
"No… ni a mí. Pero consideré que una rebelión así en este sistema estaba condenada al fracaso sin… ayuda con la que yo no contaba. Y me gustaría haber cobrado por el trabajo…"

 

Vorian suspira otra vez "Esos 9000 extra nos habrían venido muy bien..."

 

El capitán y su sonriente comandante entran en la sala de nuevo:

"¿Y bien?"